–¿Por qué?
–Porque me ha animado todo mi entorno, desde mi novio, hasta mis aitas y mis futuros suegros. También, los padres de los niños que hasta la fecha venían bailando conmigo y por la confianza que han mantenido en mi. Sin ellos, este proyecto no habría seguido adelante. Pero aquí estoy, con tantos alumnos que nunca podría imaginar.
–¿Cuántos tienes?
–Pues ahora mismo 140, que no está nada mal; y en las especialidades de funky, hip-hop, técnica corporal, break-dance, zumba y, entre otros, los bailes latinos.
–Sospecho que no hay edad para iniciarse en el baile, en la danza…
–Sospechas bien. Aquí hay una niña de tres años y una señora de 55. La danza está abierta a todas las edades.
–Pero creo que hay más chicas que chicos, ¿no?
–Pues sí y es que, para los chicos el fútbol sigue estando muy presente (se ríe). Los niños o los chicos siguen derivando a actividades deportivas más que al baile. En mi escuela hay un 80% de chicas y el resto son chicos.
–Una sola visita a tu estudio delata que le echas mucho ardor a las clases. Vamos, que estás muy encima.
–Yo grito y lo doy todo por mis alumnos. ¿Y sabes por qué? Porque me gustan las cosas bien hechas y quiero que mi trabajo se vea y se valore.
–Háblame de las bondades del baile, sobre todo del iniciado a edades tempranas.
–Está demostrado que la danza mejora la coordinación en general (pies-manos), la elasticidad y la flexibilidad, la misma expresión corporal y, además, la relación entre los mismos compañeros de clase. No es un secreto que niños tímidos se abran en este ambiente. Además, también se acaba fomentando la creatividad personal de cada cual y que aflora en cualquier momento. Todo es bueno en la danza.
–Intuyo que también será válida para la disciplina personal.
–Claro. Los diferentes movimientos sirven para que el alumno memorice baile y pasos. Todo ayuda a ejercitar la disciplina, sobre todo en las primeras edades de la vida. La mente también se presenta como un aspecto aventajado en este sentido, porque se beneficia del trabajo coordinado y de la disciplina.
–¿Y qué tal se toma las clases el personal?
–Generalmente, muy bien, aunque todo depende de su día y de su momento; de si están tranquilos o nerviosos en época de exámenes. Muchas veces las clases les sirven para evadirse de otros problemas que igual tienen más entidad. En cualquier caso, mis chicas y mis chicos se portan muy bien, vamos a decir que sí…
–Bueno, está claro que en este mundo hay un frente competitivo ¿Es así?
–Pues sí y lo recibo con muy buenos resultados. En las competiciones del pasado año de ‘Anaprode’ mis alumnos de dos equipos fueron los primeros en Figueres, terminando con la ‘plata’ en la finalísima de Huesca. En infantiles lo bordamos y Aimar Valle Susperregi fue proclamado mejor bailarín en ‘So dance’. Y solo tiene nueve años. ¡Es un máquina!
–Me alegro de que te vaya bien. ¿Dónde te ves dentro de diez años?
–En mi escuela, como ahora, pero igual con más alumnos y horarios más amplios.
Comentarios (0)