El mundo de las bicicletas está en auge y sigue una línea ascendente que potencia el sector. Mónica Zamora, lo sabe y ha hecho de su hobbie una profesión. La crisis hizo que tuviera que cerrar su tienda de ropa en Irún pero ha sabido reinventarse a sí misma reconvirtiendo viejas bicis inservibles en fixies personalizadas de alto nivel con un único plato y piñón que sin elementos superfluos son casi piezas de culto en nuestras calles.

Los primeros pedidos se los hicieron sus familiares. Después entró en el mundo de las redes sociales, y hoy la restauración de bicicletas es su profesión con clientes de aquí y de fuera. Algunos de ellos le piden bicicletas basadas en restauraciones anteriores que la propia Mónica ha heho, pero los hay también quienes llegan con una idea preconcebida de cómo la querrán.

Esta emprendedora ha creado ‘one4one bikes’, un taller donde las desmonta pieza a pieza, pule y pinta con especial esmero consiguiendo un resultado único.

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